¡Pero qué invento es esto! (Profecías autocumplidas I)

Podría habérseme ocurrido este título después de que una madre le dijera a su hijo «no te subas ahí que te vas a caer», y el niño hace !zas!, y la madre dice «Ya te lo dije»… Sin embargo, son las noticias recientes las que me han llevado a pensar en las profecías autocumplidas y su relación con el cine y la literatura. Así nace esta primera parte del post, centrada en la robótica, la tecnología y el cine.

En concreto la noticia a la que me refiero pudimos leerla el día 11 de Julio: «La Armada de EE.UU. hace historia al aterrizar un ‘drone’ en un portaaviones»… De forma automática y sin ser controlado por ningún humano… (http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/11/actualidad/1373500039_863137.html). Me pregunté si Skynet estaba detrás de todo esto y pronto seremos gobernados por las máquinas como en «Terminator».

Y es que desde hace muchos años, sobre todo desde los años 60, hemos imaginado mil veces como sería el futuro. Esa realidad alternativa donde los coches vuelan, llevamos extraños «pijamas» de colores con hombreras plateadas, y utilizamos toda una suerte de artilugios informáticos o robóticos. El futuro presentado en cine, TV o literatura debería ser más lejano («El planeta de los simios» está situada en el año 3955), ya que hemos ido alcanzando las fechas claves sin obtener esos resultados esperados: el día del Juicio Final en 1997 según «Terminator 2» (1991), aquellos temidos efectos del año 2000 en los ordenadores en «Efecto 2000: Y2K» (1999), «2001: una Odisea en el Espacio»(1969), «2013: Rescate en L.A.» (1996)…

Hay muchos ejemplos que han pasado de la pantalla grande a nuestra vida cotidiana: el coche inteligente Kitt de «El Coche Fantástico», el módem de «Juegos de Guerra», «Minority Report» y sus pantallas táctiles inteligentes, las gafas 3D (o de realidad virtual) de «El cortador de césped»,  las impresoras 3D que ya se veían en «Tron», las gafas de Google Glass que me dan a mí tanto repelús, esos coches eléctricos que podían verse circular en las películas de Serie B de los años 60, incluso los edificios inteligentes (desde el diseño futurista de la arquitectura hasta la domótica).

Img. 1: «Star Trek: En la oscuridad». Img. 2: The Neuer Zollhof Building (arq. Frank Ghery, Alemania). Img. 3: Penang Global City Center (proyecto bloqueado, arq. Asymptote, Malasia). Img. 4: Dubai Opera House (proyecto, arq. Zahad Hadid, Dubai). Img. 5: Pabellón Emiratos Árabes Unidos Expo Shanghai 2010 (arq.  Foster y Asociados, Shanghai). Img. 6: Skyline Manhattan-One World Trade Center (finalización prevista 2013, arq. Boada & Childs, New York)

… ¡Y los robots! ¡Aaah! Los robots… En Japón hace poco jugaban con presentar robots junto con humanos y el reto era saber quién era lo primero y quien lo segundo. Efectivamente, hay robots que tienen más expresividad que algunos humanos, por ejemplo, Kristen Stewart o Robert Pattinson, pero llevamos tanto tiempo investigando sobre robótica, sobre todo, porque hay una inspiración que nos ha impulsado a ello desde pequeños, y no es sólo la ciencia: me refiero al cine, la literatura, y sus «profecías autocumplidas».

En este caso, desde los relatos de Ray Bradbury hasta películas como «Metrópolis» (Fritz Lang, 1927) o «AI: Inteligencia Artificial» (Steven Spielberg, 2001), todos pueden haber provocado que la lucecita creadora de científicos e ingenieros se ponga en marcha. Los robots humanoides son las estrellas de otras muchas películas que primero provocaban escepticismo y luego sorpresas al verlos convertidos en una realidad. Si yo os dijera un tipo de robot o máquina que se ha convertido en realidad o ha podido servir de inspiración, ¿sabríais recordar algún ejemplo en cine o TV?

1. Robot policía. Además de aquellos mini robots que pueden hacer la vida más fácil a los cuerpos de seguridad para la búsqueda de droga en los aeropuertos, de explosivos, etc., en Corea del Sur patrullarán robots policías, que enviarán a la central, a través de internet o móviles, vídeos e información sobre delitos o sospechosos. Este proyecto, que se inició en 2010, se pondrá en marcha al 100% en 2015. Atrás quedarán esas conversaciones entre policías con un donut y una Coca-Cola, durante las guardias nocturnas, en el coche patrulla…

• «Robocop»: la buena es la de 1987, dirigida por Paul Verhoeven («Instinto Básico»). La 2ª, con guión de Frank Miller y dirigida por Irvin Kerschner («El Imperio Contraataca»), puede pasar. La tercera, la serie de TV, el videojuego y el último remake de Hollywood… Mejor no hablar. En la película se habla de la combinación de humano y máquina ya que se trata de «adaptar» robóticamente el cuerpo de un agente fallecido en acto de servicio y convertirlo en un super policía capaz de obedecer sin plantearse problemas existenciales o debates éticos. Pero el proyecto no sale como se esperaba…

2.  Robot de equipo de rescate o militar. Las noticias sobre este tipo de robots no sólo parecen inspiradas por el cine sino también por los videojuegos. Así, en septiembre del año pasado, se hablaba de toda una legión de robots o vehículos robotizados que ayuden en el campo de batalla a los soldados de manera que éstos salgan ilesos del mismo. Y no sólo los drones de los que hablamos al inicio del post, tripulados o no por pilotos «humanos», sino aviones, vehículos terrestres (como el Guardium israelí, que «vigila» la frontera de Gaza)… o robots, claro. Después del desastre de Fukushima en 2012, el Pentágono estudia que sean los robots los primeros en acceder a estas «zonas cero» para eliminar escombros, rescatar a víctimas, reparar daños para evitar mayores desastres y dar una visión de lo ocurrido sin poner en peligro al equipo de rescate humano. De hecho, en abril del año pasado propusieron un concurso para elegir, por la módica cantidad de 2 millones de dólares (a repartir entre los seis equipos científicos ganadores), el mejor robot de rescate. Aún en la fase final de resolución del «DARPA Robotics Challenge» (entre septiembre y diciembre de 2013), ya podemos ver cómo en estos casos, la realidad puede superar la ficción… El prototipo del Robot ATLAS (de Boston Dynamics) nos da una idea de lo que decimos (Puedes consultar más información en www.theroboticschallenge.org ).

• «Terminator» (1984). Ya nos proporcionaba una visión de este tipo de robots que hasta son capaces de armarse contra los humanos que los crearon y dar la batalla por ganada, si no contaran con la resistencia de John Connor. ¿No os parece el ATLAS un prototipo de Terminator?
• «Ghost in the Shell» (Mamoru Oshii, 1995). Aunque se habla del tema en la segunda entrega, «Ghost in the shell 2: Innocence» (2004), y en la serie «Ghost in the Shell: Stand Alone Complex» (2002-2005), es en la primera que se realizó hace casi 20 años, donde se establecen las claves de una sociedad donde los cyborgs (con apariencia humana) están conectados a la red tanto como los humanos, y el gobierno crea la «Sección 9» para espiar y combatir los crímenes de carácter tecnológico. «El titiritero» es un «hacker» que intenta entrar en la mente de los humanos para eliminar su «Ghost» o alma, el único elemento que separa a la humanidad de los robots. Tanto el manga de referencia como los anime tienen un fuerte carácter filosófico que nos hace reflexionar sobre los límites de lo humano y lo robótico, el poder militar y político que experimenta con la tecnología, la relación entre hombre y máquina, la dificultad de relacionarse entre sí debido al exceso de tecnología (que justo pretende lo contrario) y si el alma condiciona verdaderamente el carácter humano.

3.  Robot cuidador. Desde hace unos años, en España se está desarrollando un programa de I+D de robótica social destinado a la creación de robots asistenciales para enfermos de Alzheimer. «RobAlz», que así se llama el proyecto, está siendo implementado por la Universidad Carlos III de Madrid desde 2012 y, a pesar de la crisis, esperemos que pueda solucionar algunos cabos sueltos con los que algunos pacientes o cuidadadores pueden encontrarse. Además, el robot «Nao», de Aldebaran Robotics, aunque parezca un juguete, se perfila como un buen sucesor para ser cuidador, no sólo de personas mayores sino de niños, ya que posee «sentimientos» (bueno, una representación virtual de los mismos) y es capaz de ayudar en casa, cuidar a la familia, bailar, dar clases… ¡Una joya!

• «Un amigo para Frank» (recientemente estrenada, en 2012, dirigida por Jake Schreier). Uno no puede pensar que, tras su jubilación, su mejor amigo y su cuidador no serán sus hijos o sus nietos, sino un robot especialmente programado para ello. Una película con un gran reparto encabezado por el gran Frank Langella, que no os dejará indiferente.
• «El gigante de Hierro» (Brad Bird, 1999). Delicioso clásico del cine que no debéis perderos, porque aunque sea de animación, consigue despertar todas las emociones que a veces los actores no saben transmitir. Dirigida por Brad Bird, director de «Los Increíbles» o «Ratatuille» para Pixar/Disney, precisamente fue la negativa de éste a que Warner la tratara como un típico clásico Disney la que evitó que triunfara tanto en taquilla como lo hizo con la crítica. Es la emotiva historia de amistad entre un niño y un robot que cae del espacio y pierde la memoria… No confundir con «Gigantes de Acero», la horrorosa película sobre robots de lucha libre protagonizada por Hugh Jackman.

4. Robot espacial. Kirobo es el primer robot espacial que va a viajar la semana que viene, el 4 de agosto, a «hacer compañía» a un astronauta en la Estación Espacial Internacional (ISS). Al igual que «Asimo» (del que hablaremos en el siguiente apartado), este robot japonés, en este caso de Toyota, parece más un juguete y pretende solamente estudiar los efectos del aislamiento de personas durante largo tiempo y lo único que está capacitado para hacer es interactuar con otras personas, hablar y poco más…

Esperamos que tenga mejor resultado que otros «robots» espaciales que se quedaron en el camino, por ejemplo el «Spirit», que se atascó en Marte en 2010 después de 6 años explorando el planeta rojo (aunque hay que decir que la misión inicial era para 3 meses) y ahora intentan hacernos creer que se ha convertido en una estación espacial fija.

Img. 1: El robot «Spirit» en Marte. Img. 2: Wall-E con EVA (¿se parece a Spirit o no?). Img. 3: Androide Bishop (Aliens) y sus juegos con cuchillos. Img. 4. Androide David de «Prometheus»

• «Bishop» en «Aliens: El regreso« (James Cameron, 1986) era un androide médico que fue creado a imagen y semejanza del propietario de la gran compañía, Charles Bishop Weyland, y que viaja como un tripulante más acompañando a Ripley y los demás en sus expediciones. Como Kirobo, intenta ser fiel y leal a los «amigos» de la tripulación, aunque también puede resultar muy entretenido jugar con él al juego de poner la mano en una mesa y no cortarte moviendo rápidamente un cuchillo entre los dedos. En «Prometheus» (Ridley Scott, 2012), la precuela de «Alien, el octavo pasajero» (1979) , el personaje de David, androide protagonizado a la perfección por el frío Michael Fassbender, está más inspirado en los replicantes de «Blade Runner» (Ridley Scott, 1982), que también serían un ejemplo de «robots humanoides» cuyos límites son casi imperceptibles. Quizá podríamos incluir aquí a «Wall-E», aunque creo que como robot doméstico le iría mejor.

5. Robot doméstico o familiar. «Asimo», el robot de Honda que empezó a desarrollarse en el año 1986, es uno de los más famosos androides que seguro veremos en el futuro. Después de muchos años de investigación, la compañía japonesa presentó el prototipo en el año 2000 y desde entonces, con sus diferentes versiones, ha logrado que este robot pueda correr a 9 km/h, interactuar con personas y con otros robots Asimo, subir y bajar escaleras, recargarse de forma autónoma (la batería y el sistema informático que lo controla están en la «mochila» que lleva a su espalda), dirigir una orquesta, servir bebidas o ayudar a una persona a tomar su medicación.

Img. 1. Evolución histórica ASIMO. Img. 2 y 3. Otros modelos de robots domésticos

Con múltiples usos, como el doméstico, el laboral o el de cuidador, podría estar englobado en estas distintas categorías, pero por ahora las habilidades más perfeccionadas son las domésticas. Aún habría que tener paciencia si queremos tomarnos un café servido por Asimo, porque tarda bastante más que un humano en hacer esas funciones, pero en un futuro seguro que podría ser un buen ayudante en casa.

• «El hombre bicentenario». Relato de Isaac Asimov (1976) adaptada al cine en 1999, dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Robin Williams. Expresa a la perfección no sólo esas habilidades que el robot doméstico debe tener sino también la dicotomía entre hombre y máquina, cuando Andrew, el robot programado para ayudar en las tareas de casa, comienza a sentir emociones, a crear, a experimentar curiosidad por las cosas… y al ver que sus seres queridos van falleciendo, decide contra todo pronóstico, ser humano y mortal.

6. Robot trabajador. «Hiro» (abajo a izquierda) es un compañero más en la planta de la fábrica del Airbus en Puerto Real, encargándose de ensamblar las alas del A-380. Pero Hiro no se va a almorzar a las 14h ni pide su nómina al final de mes. Es un prototipo en pruebas de un androide trabajador que a finales de 2014 estará plenamente implantado en nuestro país, procedente de Japón. Habrá que ver en la situación actual si esto es una buena o una mala noticia, pero lo que sí es, es una realidad. Otro ejemplo que nos sorprendió, en enero de 2013, fue la inauguración de un restaurante chino en Harbin (al norte de China) con 20 camareros… Robots. Sirven comida, ayudan a prepararla y no piden propina.

• «Yo, Robot» (Alex Proyas, 2004). En el año 2035 (dentro de nada, por cierto), los robots son ya una realidad cotidiana en el mundo laboral, suponiendo la mayor parte de los trabajadores del planeta, en convivencia con los humanos gracias a las «Tres Leyes de la Robótica» (que ya formuló Asimov en los años 40). Pero el «suicidio» del creador de esos robots destapa una posible conspiración de éstos que, bajo la apariencia de fallos técnicos, empiezan a cobrar conciencia de su poder tanto para el mal como para el bien. Supuestamente basada en el libro con el mismo nombre de Isaac Asimov, se trata de una ligera inspiración para hacer finalmente la típica superproducción hollywoodiense con Will Smith de protagonista (abajo derecha, imágenes de Sonny, el robot).

Viendo todos estos avances en la robótica, y a poco que reflexionemos sobre la relación entre hombre y máquina, será mejor tomarnos las cosas con cierto escepticismo, no vaya a ser que mañana se nos rebele la «Thermomix» o el «Roomba» y sea el principio del fin.

Hasta la segunda entrega de estas Profecías autocumplidas, os dejo precisamente con un video de Coldplay, «Talk», que utiliza un sampler del tema de 1981 «Computer Love», del grupo alemán Kraftwerk, que ya adelantaba eso de amar más a las máquinas que a las personas…  La letra de Coldplay y el video tambien habla sobre el futuro:

«You could take a picture of something you see / In the future where will I be? / You could climb a ladder up to the sun / Or write a song nobody had sung / Or do something that’s never been done»

«So you don’t know where you’re going and you wanna talk / And you feel like you’re going where you’ve been before  / You’ll tell anyone who’ll listen but you feel ignored / Nothing’s really making any sense at all»